Breve reseña histórica de Costa Rica

La época precolombina

En el territorio ocupado por Costa Rica, la agricultura y la sedentarización se consolidan alrededor del año 800 de nuestra era. Socialmente, se da una creciente diferenciación entre los miembros de las aldeas y poco a poco se llega a un sistema de jerarquías cuya figura central es el cacique. Esta organización llega a profundizarse más adelante y se consolida una nobleza militar y religiosa, bajo la cual se ubican los trabajadores corrientes y los esclavos. El llamado sistema de cacicazgos florece entre los años 800 y 1550.

El quehacer agrícola de este período es complementado con la caza, la pesca y la recolección. La artesanía se diversifica y se da una auténtica urbanización de los principales asentamientos, que cuentan con acueductos, calzadas, puentes, casas y templos. El crecimiento demográfico de esta época no supone una transformación abrupta del paisaje, que se caracteriza por los bosques tupidos, los ríos caudalosos, la vegetación frondosa, la densidad de las cordilleras y la existencia de una fauna bulliciosa, abundante y diversa.

La llegada de los españoles y la época colonial

A inicios del siglo XVI, el territorio de Costa Rica está ocupado por unos 400 000 indígenas, la mayoría de los cuales se ubica en el Pacífico Norte y en el Valle Central. Rápidamente la población disminuye a 120 000 individuos en 1569 y a 10 000 en 1611, principalmente por las epidemias traídas desde Europa.

En un principio, la fragmentación política del universo aborigen y los conflictos entre los mismos europeos dificultan el control por parte de los conquistadores. Pero ya hacia 1570, las autoridades civiles y eclesiásticas extienden significativamente su influencia, por lo menos en las tierras altas del centro y en la región del Pacífico, puesto que la vertiente Atlántica permanece casi sin conquistar en razón de su lejanía, del clima insoportable y de la resistencia aborigen. Costa Rica, que es parte de la “Capitanía General de Guatemala”, es una provincia bastante pobre y aislada. La única riqueza que tienen los colonos es la tierra fértil y el clima favorable, lo cual les permite dedicarse al cultivo del Valle Central.

El siglo XVII se caracteriza por un ciclo exportador dominado por el cacao, y a partir del siglo XVIII el país conoce un mestizaje creciente, en cuyo curso el Valle Central comienza a ser poblado por un campesinado libre, de origen español y mestizo.

A partir del siglo XIX, el afán de Costa Rica por alcanzar una vinculación estable con el mercado mundial se logra con la actividad cafetalera, que se transforma en el eje de la capitalización del sector agrícola.

Independencia e inicio de la vida democrática

Costa Rica obtiene su independencia el 15 de septiembre de 1821 y se adhiere a la República Federal de Centroamérica. Sin embargo, el Pacto Federal se disuelve de facto entre 1838 y 1839 y cada provincia declara su independencia. Es en este contexto que Costa Rica se convierte en República en 1848.

Junto con otros países centroamericanos, Costa Rica participa en la guerra contra William Walker en 1856. Walker era un filibustero estadounidense que tenía el proyecto de hacer de América Central una región proveedora de esclavos para el norte del continente. Durante la batalla de Rivas de Nicaragua, el 11 de abril de 1856, se distingue el Héroe Nacional de Costa Rica, Juan Santamaría.

Desde muy temprano, Costa Rica adopta una política a favor de la enseñanza con el objetivo de garantizar la perennidad de las instituciones democráticas. La enseñanza gratuita y obligatoria se instaura en 1869. El militarismo no prospera, y el funcionamiento del país está solidamente fundado sobre tres poderes claramente definidos.

Durante esta segunda mitad del siglo XIX, el país también conoce una transformación económica y social gracias a la expansión de las exportaciones de café y a la institución del sufragio universal en 1889. Los dirigentes adoptan una reforma educativa de influencia liberal que toca a todos los costarricenses, lo cual permite afianzar los pilares democráticos.

El nacimiento de la Segunda República y la abolición del ejército

En 1948, tras la anulación de las elecciones por parte del Congreso, los partidarios del candidato opositor Otilio Ulate lanzan una ofensiva armada, al considerar que eran los vencedores legítimos de la elección. La confrontación civil estalla entre los partidarios de Ulate, dirigidos por José Figueres, y el grupo que apoya al expresidente Calderón Guardia. La confrontación se extiende por pocas semanas, entre marzo y abril, pero marca profundamente al país.

Los partidarios de Ulate vencen y José Figueres toma el mando de una Junta Militar que se mantiene en el poder durante 18 meses. Al final de este período, entrega el poder a Otilio Ulate, considerado como el vencedor de las elecciones anuladas en 1948.

Durante el período de la Junta Militar, una nueva Constitución, que conserva la normativa social del período de Calderón Guardia (1940-1944), es adoptada. Esto da nacimiento a la Segunda República, aún vigente el día de hoy. Esta nueva Constitución crea un poder electoral independiente (el Tribunal Supremo de Elecciones), responsable de garantizar la transparencia de las elecciones futuras. Por otra parte, José Figueres decide abolir el ejército, estimando que éste implicaba gastos inútiles y que no garantizaba la estabilidad del país.

El compromiso a favor de la paz

Desde hace más de medio siglo, Costa Rica no tiene ejército, apostando así a los instrumentos que el Derecho Internacional proporciona para solucionar los diferendos entre los países. La abolición del ejército ha permitido, en particular, financiar sectores como la educación, la salud y el acceso a los servicios de agua potable y electricidad. Desde 1949, las elecciones se desarrollan regularmente cada cuatro años y la alternancia política es parte de los valores y principios políticos de Costa Rica. El compromiso del país a favor de la paz no armada fue confirmado en 1983, cuando el Presidente Monge declaró la neutralidad perpetua de Costa Rica en los conflictos armados, y dicho compromiso tuvo un alcance internacional muy significativo en 1987, cuando el Presidente Arias recibió el Premio Nobel de la Paz, en el marco de su contribución a la firma de los Acuerdos de Paz en América Central.

Fuente principal: Molina Jiménez, Iván ; Palmer, Steven. Historia de Costa Rica: Breve, actualizada y con ilustraciones. San José, Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1997.